La doctora Alejandra Cantoral Preciado, coordinadora de la Clínica de Nutrición de la Universidad Iberoamericana (Ibero), compartió los detalles sobre su más reciente estudio, el cual descubrióla presencia de altos niveles de plomo en distintos alimentos, incluidos productos para bebés.
La Dra. Cantoral destacó que, a pesar de las medidas tomadas en décadas pasadas, como la eliminación del plomo de la gasolina, actualmente la exposición al plomo más importante, entre la población general, es el uso de barro para cocinar y guardar alimentos, y los metales tóxicos en los alimentos”.
Compartió que encontraron plomo detectable en el 18% de los productos más consumidos de la canasta básica, entre los que se incluyen productos derivados de arroz, trigo, soya y algunas especias. Además, “tres de los productos que analizamos pasan el límite máximo permisible por la OMS”, compartió la investigadora.
Enfatizó que “el plomo una vez que entra al organismo puede vivir dentro de nuestro organismo entre 10 y 20 años y afectar prácticamente todos los sistemas y todos los órganos, pero los niños pequeños son más susceptibles de tener los impactos del plomo, principalmente en el neurodesarrollo“.
Por lo anterior, resaltó la importancia de seguir los ejemplos de otros países en el monitoreo de alimentos para detectar tóxicos como el plomo.
“El plomo, así como otros metales pesados, pueden llegar a los alimentos por diferentes vías”, explicó. Estas incluyen emisiones industriales y desechos que contaminan el ambiente, lo que afecta tanto a los cultivos como a los alimentos procesados.
El estudio completo con todos los hallazgos será publicado próximamente en un journal de salud ambiental. Este es solo uno de varios estudios en curso, incluyendo el análisis de más de 80 tipos diferentes de alimentos para bebés y la investigación de métodos culinarios para disminuir el consumo de metales pesados desde el hogar.
Fuente: Aristegui Noticias